sábado, 17 de septiembre de 2022

Unended Patience

 Hace aproximadamente 5 o 4 años estaba acompañando a mi tía en el carro hacia una reunión de acudientes en el colegio San José N° 2 Sede La Esmeralda.

Mi abuela ( con quién viví desde que nací hasta mis 18 años) siempre ha sido de querer ayudar a las personas y una forma de hacerlo era amadrinandose de los hijos e hijas de las muchachas que trabajan en la casa como trabajadoras domésticas. Una de estas niñas tenía reunión de entrega de boletines y al estar mi mamá (abuela) y la mamá de ella (trabajadora doméstica) ocupadas, la única que podía ir a reclamar el boletín como acudiente era mí tía Ibeth.

Al ser un colegio público de jornada de tarde había que estar antes de 1 que empezaba la reunión, yo me ofrecí a acompañarlas.

Al llegar al lugar mi tía parquea el carro afuera del colegio y entra con la niña a dicha reunión, yo decidí quedarme en el carro para "vigilar" y para no aburrirme allá adentro en el colegio mientras ellas estaban en la reunión. Mi tía había dejado las llaves en el carro para que yo prendiera la emisora por si me aburría. La reunión acabo más o menos a la 1:40 P.M. 

Cuando mi tía entra al carro y va a encenderlo, se da cuenta que la llave estaba rota, yo no me había dado cuenta no supe que le pasó. No sabíamos que hacer pero para no darle más vueltas al asunto mi tía dijo que iba por un cerrajero y que me volviera a quedar con el carro para poder vigilar de nuevo que no le fuera a pasar nada.

Mi tía se fue a eso de las 2:00 P.M.

Yo mientras tanto para matar el aburrimiento me puse a leer los manuales del carro, seguro, y muchos papeles que encontré ahí dentro. Veía los estudiantes pasar arrecostarse al carro e incluso intentar subirse a la parte delantera de este. Todo esto ocurrió mientras yo estaba dentro del carro con todos los seguros puestos y los vidrios arriba. La verdad es que no sé porque estaba tan encerrado, supongo que por seguridad y que no me fueran a hacer nada. Matando el tiempo leyendo, viendo pasar motos, carros y estudiantes me fui sudando y deshidratando por aproximadamente 3 horas hasta que a eso de las 5 y no recuerdo cuántos minutos de la tarde llegó mi tía con la llave nueva. 

Cuando ella llegó me encontró más que sudado, yo más bien diría bañado en sudor, parecía que hubiese llovido dentro del carro. Y así fue como nació mi trauma hacia mi tía.

Soy una persona demasiado paciente para absolutamente todo, soy el Dr relajo. Pero cuando se trata de mi tía mi paciencia tiene un límite sin importar que sea lo que haga o estemos haciendo.

-JJ12HDZM